Este es el país latino con la mayor deuda con China: ¿riesgo o estrategia?

En las últimas dos décadas, China se ha convertido en uno de los principales acreedores del mundo, y América Latina no ha sido la excepción. A través de préstamos, inversión en infraestructura y cooperación financiera, el gigante asiático ha incrementado su presencia en la región. Pero ¿cuál es el país latinoamericano que más le debe a China? ¿Qué implicaciones tiene esta deuda en términos económicos, políticos y sociales?

El país con la mayor deuda con China: Venezuela

De acuerdo con diversas fuentes internacionales, como el Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, Venezuela se posiciona como el país latinoamericano con la mayor deuda acumulada con China, estimada en más de $60 mil millones de dólares.

Esta deuda se consolidó principalmente entre los años 2007 y 2016, a través de acuerdos de cooperación energética. China otorgó préstamos respaldados por petróleo, lo que implicaba que Venezuela debía pagar parte o la totalidad de su deuda con envíos de crudo.

¿Cómo se originó esta deuda?

La relación financiera entre China y Venezuela se fortaleció durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En un contexto donde Venezuela enfrentaba restricciones de financiamiento internacional, especialmente por parte de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o bancos occidentales, China se presentó como un socio estratégico dispuesto a financiar proyectos de desarrollo e infraestructura, sin imponer condiciones políticas explícitas.

Los préstamos se estructuraron bajo el modelo “petróleo por dinero”, donde:

  • China entregaba recursos financieros.
  • Venezuela devolvía el dinero a través de barriles de petróleo.
  • Parte de los fondos estaban destinados a obras, tecnología y proyectos energéticos.

Consecuencias económicas para Venezuela

Aunque en un inicio estos acuerdos permitieron financiar obras y mantener cierta estabilidad fiscal, con el tiempo surgieron problemas:

  • Caída de la producción petrolera: La estatal PDVSA enfrentó una grave crisis operativa, reduciendo su capacidad de producción y exportación.
  • Deuda acumulada sin capacidad de pago: Venezuela entró en impago técnico y renegoció parte de su deuda con China.
  • Dependencia estructural: La economía venezolana quedó altamente comprometida con un solo acreedor, limitando su soberanía financiera.

Si bien China no ha ejercido presión pública, ha reducido significativamente los nuevos desembolsos y se ha mostrado más cautelosa en sus tratos con Venezuela.

¿Y otros países de la región?

Aunque Venezuela encabeza la lista, otros países latinoamericanos también han adquirido importantes deudas con China, principalmente para financiar proyectos de infraestructura bajo la iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés):

  • Brasil: Más de $20 mil millones en inversiones y préstamos, aunque gran parte proviene de empresas estatales chinas en lugar de préstamos soberanos.
  • Ecuador: Alrededor de $18 mil millones en préstamos, muchos también ligados al petróleo.
  • Argentina: Ha recibido financiamiento para represas, ferrocarriles y energía, superando los $16 mil millones.

¿Riesgo o estrategia?

El endeudamiento con China plantea preguntas clave sobre su impacto a largo plazo:

Ventajas:

  • Acceso a financiamiento alternativo sin condicionalidades del FMI.
  • Apoyo a proyectos de infraestructura que impulsan el desarrollo.
  • Diversificación de fuentes de financiamiento.

Riesgos:

  • Falta de transparencia en los términos de los contratos.
  • Posibles compromisos a largo plazo sobre recursos naturales.
  • Vulnerabilidad frente a un solo acreedor.

En el caso de Venezuela, el ejemplo ha servido como advertencia para otros países: depender excesivamente de un solo financista externo puede ser riesgoso, especialmente cuando la economía interna es frágil o volátil.

¿Qué dice China al respecto?

Desde la perspectiva del gobierno chino, la relación con América Latina es parte de una estrategia de cooperación Sur-Sur. China busca fortalecer lazos económicos mediante:

  • Préstamos bilaterales.
  • Inversiones directas en sectores clave como energía, minería y transporte.
  • Participación en megaproyectos estratégicos.

Sin embargo, desde hace algunos años, China ha comenzado a ser más selectiva, especialmente en países con antecedentes de impago o inestabilidad política.

Conclusión

Venezuela es el país latinoamericano con la mayor deuda con China, superando los $60 mil millones. Lo que en su momento se percibió como una oportunidad estratégica, con el tiempo reveló una alta dependencia y dificultades para el pago, especialmente ante el colapso del sector petrolero.

La experiencia venezolana sirve como un caso de estudio para entender los retos y oportunidades de la relación financiera entre China y América Latina. Aunque China sigue siendo un socio clave en la región, los países deben actuar con responsabilidad, diversificar sus fuentes de financiamiento y garantizar la transparencia en sus acuerdos.

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